Lima necesita áreas verdes, espacios públicos con jardines en los que la gente pueda ir a pasear, jugar, relajarse o lo que sea. No me refiero a parques “vitrina” con caminitos serpenteates que los atraviesen, sino a lugares con jardines que la gente pueda pisar, sobre el cual se puedan echar, correr y jugar.
¿A qué imbécil se le ocurre habilitar un parque y no permitir que se disfrute?
A este imbécil. Parece que Surco es para todos menos para los que quieren jugar con sus hijos con una pelota. Esta clase de normas estúpidas y ambiguas causan problemas como el que tuvo el actor Gabriel Calvo recientemente (un policía lo golpeó en el cuello frente a su hijo, luego de que le dijo que no podían jugar “pelota” en el parque). Primero, al prohibir “jugar pelota”, se crea una situación poco clara que limita que alguien vaya con su hijo al parque y jueguen con una pelota. ¡No sean brutos pues señores, una cosa es jugar un partido de fútbol once contra once y otra es jugar a los pases con tu hijo de 5 años!
Los parques son para jugar y disfrutarlos, no dejemos que nos hagan creer lo contrario.
Buena!!